Actualmente es increíble observar como todos los miembros de nuestra familia tienen un dispositivo electrónico, incluido él bebe de la casa, el cual lo maneja a la perfección 😆.
Para nosotros los adultos, lo ideal son los Smartphone, que se han convertido en la octava maravilla del siglo.
Ellos, al igual que una navaja suiza en una expedición, colaboran con nuestro día a día, desde estar informados, compartir con los amigos, adelantar parte de nuestro trabajo, hasta divertir a los chicos cuando se ponen a lloriquear 😳.
Que cómodo e imprescindible se ha vuelto ese aparatito para continuar el acontecer diario y relaciones laborales, incluso cuando debemos acompañar a nuestros hijos al parque a jugar, ver Frozen con ellos por octava vez o asistir al entrenamiento de fútbol todos los viernes.
Pero te has detenido a pensar que tus hijos pueden estar creciendo desatendidos por culpa del celular inteligente. Ya que, por estar pendiente de él, en ocasiones pasamos por alto algo tan básico e imprescindible como mirar a los ojos a nuestros niños cuando nos hablan.
Hay quienes les resulta más interesante poner atención a lo bien que deben verse sus chicos para la foto del Facebook, que en lo que ellos tienen que decirle.
Si ese es tu caso, tal vez sin querer tus niños se estén convirtiendo en huérfanos digitales.
Se llama “Huérfanos digitales” a aquellos niños que crecen con padres ausentes en la relación familiar, no porque estén lejos de casa, si no por el interés obsesivo de relacionarse a través de las tecnologías, olvidándose de ellos.
Además, en ocasiones abarrotan de tecnología al niño, comprándole muchos dispositivos electrónicos que le sirvan de niñera y único medio de entretenimiento para evitar salir o jugar con ellos.
A partir de esta definición es importante reflexionar acerca de:
Cuando estamos en familia y revisamos el celular (sí, sabemos que será sólo un momentito 😉) estamos fijando nuestra atención en lo que sucede en la pantalla, descuidando el vínculo comunicativo que hay en ese instante con nuestros hijos, dejando de atender en ocasiones sus necesidades o simplemente descuidando nuestro espacio como familia.
Cuidado
Tal vez sin darte cuenta te estás perdiendo lo maravilloso de verlos crecer, porque, aunque estamos allí físicamente, el poco tiempo que tenemos disponibles para ellos lo invertimos en curiosear en la web, contestar la red social o un mensaje del trabajo.
Si crees que es solo una visión tecnofóbica , recuerda cuando fue la última vez que tenías el celular en la mano y tu niño te dijo: mamá (o papá) ¿me estas escuchando?
A continuación te voy a mostrar escenarios cotidianos de padres que omiten a sus hijos por el uso excesivo de la tecnología:
Analízate y observa si al menos uno de estos ítems es parte de tu vida cotidiana. Si es el caso, es importante reconocerlo y encausarte a una dirección donde la angustia por contestar, por revisar cada 5 minutos, hasta por observar si se marcaron las doble check list correspondiente a que tu amigo leyó el mensaje, no sea lo común en ti 😕.
Durante un estudio de la Universidad de Washington, se observó que el 56% de los adultos que usaban el teléfono y un niño intentó interrumpirlo, hicieron caso omiso al infante. Casi el 25% consideraron que su comportamiento no tenía nada de malo.
Lo primero que debemos hacer es ponernos límites. Para ello:
No se trata de satanizar a las tecnología. Las tecnologías de información y comunicación son maravillosas, ya que cambiaron el mundo para siempre.
La idea es buscar espacios para la reflexión y entender sobre el buen uso, así como también del abuso de los dispositivos electrónicos, puesto que, en ocasiones pueden llegar a convertirse en un obstáculo en nuestra familia.
Démosle el espacio necesario en nuestras rutinas de vida, sin que llegue a obstaculizar lo maravilloso de compartir con la familia y sobretodo los hijos.
Estar conectados, no debe convertirnos en seres superfluos donde los memes del día, las imágenes y los vídeos sean más importante que nuestras familias.
Voy a finalizar recordando unas palabras del gran maestro Paulo Freire:
La ciencia y la tecnología, deben estar al servicio de la liberación permanente de la humanización del hombre.
Si te gustó y deseas agregar algo o reflexionar al respecto, te invito a escribirlo en los comentarios.
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La verdad es muy triste, pero realmente cierto, casualmente hoy hablabamos con mis alumnos , futuros docentes del nivel primario e inicial, sobre el uso excesivo y sin limites del celular en los niños.
Hola GRISELDA, desafortunadamente en ocasiones estamos desvirtuando el uso de las tecnologías, afectando nuestros vínculos emocionales con los más pequeños. Estoy a la orden para cualquier charla de este tipo, con el fin de orientar y apoyar.
Saludos