Es encantador ver, como nuestros niños desde muy pequeños, tienen habilidades casi innatas de como utilizar los dispositivos electrónicos. Cuando cumplen aproximadamente 7 u 8 años, si sus padres no se han adelantado; ellos ya exigen una cuenta en Facebook 😃. Y con eso ya inician su identidad digital.
Una vez sumergidos en ese mundo, empiezan a presionar porque quieren un teléfono de última generación, para poder interactuar en WhatsApp y las redes sociales.
Al escuchar sus charlas con sus compañeritos, observamos el orgullo que sienten por la cantidad de seguidores en su lista de amigos, ya que compiten entre ellos por aumentar ese número diariamente.
¿La razón? Ni ellos mismo lo saben, simplemente porque todos lo hacen. Y los padres sonreímos por tanta inocencia y destrezas en esas tecnologías que muchos ni soñamos cuando teníamos su edad.
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¿Son consientes de lo que hacen?
Nos hemos detenido a pensar, ¿qué información publican y se transmiten entre ellos?
En realidad es un tema que tiene muchas aristas que explorar, sin embargo hoy nos vamos a centrar en cómo crear y cuidar de su identidad digital.
¿Qué es la Identidad Digital?
La identidad digital podemos definirla, como toda la información sobre una persona que conseguimos en internet, es decir, identificación, imágenes, registros, vídeos, comentarios, noticias y páginas.
Todo en su conjunto conforma una descripción de alguien en el plano digital.
Cada vez que una persona publica un contenido en la web, propio o de alguien más, va plasmando parte de su identidad digital y de esa otra persona también; la cual, generará una reputación digital, que actualmente sabemos es tan importante y de tanto peso como nuestra reputación presencial 😉.
Es por ello, debemos estar consciente como familia y tener cuidado con lo que publicamos, pues una vez en la red, no se garantiza el control absoluto de ese contenido.
Los padres y la Identidad Digital de sus hijos
En la mayoría de los casos, somos nosotros los padres, quienes iniciamos la identidad Digital de nuestros chicos. Conozco familias que, incluyen en la preparación de las cosas del bebe la cuenta de Facebook, inclusive antes de nacer 😯.
Aunque suena muy encantador e inofensivo; debemos ser cautelosos al publicar referencias de esa personita que amamos tanto, cuidamos y protegemos. Porque, tal vez por desconocimiento podamos tener el riesgo de sobrexponerlos.
Puede sonar un tanto exagerado y paranoico, pero muchos expertos aconsejan a los padres no compartir en las redes sociales fotos íntimas o relatos del día a día del pequeño.
Hay papas que llegan a límites sorprendentes, como ir contando los progresos de su hijo, incluso a la hora de aprender a ir al baño y hasta cuelgan fotos con pañales usados, acompañado de comentarios.
Pensemos un poco y recordemos, cuando de jóvenes nos apenábamos y sentíamos incómodos, porque nuestras madres le mostraban el álbum de fotografías a seres cercanos, con la imagen donde aparecíamos en pañales, en la bañera o el vídeo en la tele de nosotros bailando de manera graciosa.
Imagínense ahora hacer pública en las redes sociales esos y otros detalles de su hijo, que incluso lleguen a convertirse en un recurso viral y dentro de 12 o 15 años nuestros niños, ya jovencitos, deban vivir con ese recuerdo público sin que ellos estén de acuerdo 😟.
Por lo tanto, es importante detenernos a reflexionar sobre qué publicar en la web y cuales repercusiones pueden tener en el futuro para esa persona. Recordemos que, cada vez es más común las visitas de empresas y comunidades en nuestras redes sociales buscando referencias de nosotros para aceptarnos.
Como dice actualmente el dicho:
entre el cielo y Facebook no hay nada oculto
Los niños y su necesidad de aceptación social digital
Debemos estar consiente que, la idea no es inhibirnos de publicar cosas de nuestro entorno familiar, ni mucho menos prohibirle a nuestros niños que tenga acceso a estas herramientas.
Además, reconocer el uso de Internet y las redes sociales por parte de los más jóvenes es y debe ser conveniente, ya que permiten habituarse y desenvollverse dentro de unos medios que, forman parte de esta generación y utilizarán más adelante no sólo para socializar, si no como herramienta educativa, laboral, financiera, etc .
Pero no pensemos en que, nuestros niños por saber mucho de tecnología (incluso más que nosotros 😜) podemos dejarlos solos en la red, pues, son seres inmaduros y como jóvenes pueden caer en algunos errores frecuentes como:
- Publicar experiencias inapropiadas de fiestas oreuniones, que pueden ocasionar problemas a nivel familiar, social y hasta laboral.
- Colocar fotos que atenten contra su propia intimidad o la de otra persona y que en un futuro pueda acarrear rechazo, extorsión o acoso.
- Convertirse en personas violentas, amenazando en las redes a otros simplemente por hecho de pertenecer a un grupo y querer ser aceptados.
Asimismo, ser observadores y cauteloso también cuando navegan, pues, no solamente están viendo información exclusiva sobre un tema, sino que, en ese cúmulo de datos a los que acceden, están determinando diariamente, su visión del mundo y dentro de él, construyendo su identidad.
¿Qué podemos hacer?
Debemos empezar por reconocer la importancia de la protección de los niños por parte de los adultos, con respecto al contenido que intercambian y visitan en la web. Hablando con ellos de la misma manera que le platicamos sobre el cuidado al cruzar la calle. Explicandoles el uso responsable de las tecnologías y la forma de relacionarnos en ella.
Para ello, debemos conversar sobre las consecuencias de una reputación digital negativa y las repercusiones que pueden tener para su vida privada o incluso laboral.
Asimismo, invitarlos a reflexionar sobre las imágenes que publiquen, los límites que no deben cruzar porque repercutirían en su intimidad, y el riesgo a los cuales se exponen si los transcienden.
La idea es aprender a usar la Internet para su beneficio, sin causarse o causarles daño a otros.
Que puedan navegar y compartir en la web sin miedos, estando consientes de las implicaciones que podrían acompañarlos en un futuro sobre lo publicado en las redes hoy.
¿Cómo nos puede ayudar la tecnología?
Para los más pequeñitos, podemos hacer uso de programas que controlen lo que nuestros chicos puedan utilizar. Aquí tienes una pequeña lista, si conoces otros, te invito a que me ayudes colocándolos en los comentarios 😍.
Norton Family
Norton Family es una aplicación de Norton, la cual permite restringir ciertas páginas tanto en el celular como en la Tablet.
Incluye una versión de gratuita con opciones muy buenas. Aunque si deseas algo más completo debes recurrir a la versión paga.
Controles parentales Kids Zone
Es una App que crea un perfil para nuestros niños, donde se monitorean las aplicaciones que usa y pueda instalar. Se puede limitar el uso del internet si lo creemos conveniente, así como restringir las llamadas entrantes entre otras opciones.
Kid’s Place
Kid’s Place es una excelente aplicación para limitar el acceso de los niños en el computador. Tiene opciones especiales, como limitar al niño al uso exclusivo de una aplicación y en caso de que éste se salga, el programa se reinicia automáticamente.
Además se pueden crear varios perfiles de usuarios, donde cada uno de ellos puede ser personalizado con restricciones específicas.
Las redes sociales son un gran mundo, y estoy consciente de que los de mi generación nacimos con un «chip» sobre eso. Nuestros padres apenas se van acostumbrando, pero, sé que es recomendable que ellos estén pendientes de nuestro uso de las redes sociales y nosotros de darles un buen uso, sin importar que nos estén viendo o no.
Hola Mía, gracias por tu comentario.
La identidad digital se refiere a que cada cosa que cualquier persona, indistintamente de su edad publica en las redes, ó que otra persona publique de ella, va generando una identidad digital, que determinará el perfil o la reputación de una persona.
Por lo que, debemos tener cuidado con lo que publicamos, incluso cuando estamos jóvenes, porque esto puede repercutir en un futuro en nosotros, ya que este contenido puede quedar en línea durante muchos tiempo.
Es por ello, que todos: jóvenes padres, maestros y representantes, debemos educarnos y cuidar la identidad digital propia y también de los más pequeños.