Estamos en una nueva era de la educación, ya que, a pesar de que los viejos paradigmas aun acechan como tiburones 😂 , se siente una fuerte motivación que está impulsando la creatividad e innovación de las actividades del docente en el aula, y con ello la concepción de una nueva forma de enseñar y aprender.
Sin embargo, esto también ha traído la impetuosa estigmatización de la utilidad de la planificación educativa, culpándola de:
Solo papeleo administrativo, los cuales, están carente de valor real y cuyo proceso obstaculiza considerablemente la labor del docente.
En este artículo, veremos a la planificación, no como un mal necesario, sino, como la linea maestra que te conducirán al gran tesoro del aula, el cual es: enseñar y aprender, bajo sólidas bases.
Tabla de contenidos
Planificar o improvisar ¿es realmente el dilema?
En ocasiones existen profesores, que les gusta trabajar bajo la improvisación, ya que consideran que: tener experiencia le es suficiente para trabajar día a día en el aula. 🤔
Otros piensan que al convertir, un juego o un medio tecnológico, como centro del proceso de enseñanza, es suficiente para lograr motivación y aprendizaje, sintiéndose prácticamente forzados al hecho de tener que planificar a largo, mediano o corto plazo sus clases.
Muy por el contrario al planteamiento de sentirse obligados a planificar; es necesario entender que, elaborar correctamente programas educativos nos permitirá visualizar: los contenidos, estándares, recursos (incluidos juegos), medios, metodologías idóneas, es decir, marcar la dirección de los procesos educativos de acuerdo a las necesidades de tus estudiantes.
Por lo tanto, una buena planificación siempre será imprescindible, porque somos los guías del aula y como tales, resulta necesario crear proyectos que permitan gestionar el aprendizaje, fijando metas y definiendo los pasos, las estrategias y los indicadores para llegar a nuestro fin último: aprendizaje significativo.
Planificar, nos ayuda a responder claramente algunas de estas preguntas, que son imprescindibles cuando estamos creando un curso, independientemente del nivel o modalidad educativa:
- ¿Será realmente útil ese contenido?
- ¿Es ese medio tecnológico eficaz para alcanzar el objetivo perseguido?
- ¿Las competencias u objetivos definen claramente los criterios de evaluación?
- ¿Los procedimientos para medir aprendizaje son los adecuados?
Importancia de la planificación educativa
La planificación educativa, constituye un espacio donde se organizan, articulan y sistematizan las metodologías pedagógicas del docente y las condiciones particulares del currículo.
Esto permite, crear anticipadamente las actividades y recursos para el logro de los objetivos específicos que se desean alcanzar.
E incluye todos los procedimientos y prácticas con el fin de concretar las intenciones pedagógicas determinadas en el currículo y adecuarlas a la particularidad de cada institución y situación docente, permitiendo hacer mejoras inmediatas.
La planificación educativa no debe ser una camisa de fuerza
La dura percepción, que se tiene sobre la planificación no es fortuita, sabemos que se origina porque en ocasiones los profesores sienten que las estructuras de la misma son muy cerradas, estrictamente reguladas y poco dinámicas.
La planificación educativa no debe convertirse en un marco rígido; por el contrario, debe mantener cierta flexibilidad, ya que es necesaria para la enseñanza actual.
Por ejemplo, si un objetivo demostrara ser poco apropiado durante el curso, debe haber la opción de poder modificarse.
Pero tampoco debe descuidarse, saltándose los temas o la secuencia de objetivos, simplemente porque la intuición a veces nos los dictamine.
Debe existir la reflexión y comunicación constante, entre el docente y la institución, para permitir la posibilidad de actualizar, previa justificación, con el fin de generar educación de calidad y motivación en nuestros estudiantes.
El rol del docente en la planificación
Para que la planificación sea efectiva y evitemos se convierta en un dolor de cabeza constante 😨, debe incluirse al docente como parte de la creación, ya que su experiencia día a día en el aula es preponderante para detectar problemas y tener una visión real de la situación.
La idea no es enfocarnos exclusivamente en métricas e indicadores para generar porcentajes y estadísticas.
Por lo tanto, aunque sabemos que es importante planificar para:
- Documentar y organizar las experiencias que faciliten el aprendizaje.
- Determinar el tiempo, la importancia y coherencia de los contenidos.
- Evaluar el logro del aprendizaje.
Pero más allá de eso, la planificación también debe enfocarse en:
- Buscar la manera de que cada estudiante tenga la oportunidad de ampliar sus conocimientos.
- Detectar los desaciertos y analizarlos.
- Generar experiencias de aprendizaje relevantes.
Importante
El docente al estar involucrado directamente en todo el proceso de la planificación no sólo aportará números y escalas, sino que podrá implementar cambios estructurales que promuevan y acompañen la mejora de la práctica de la enseñanza.
La importancia de los objetivos y competencias en la planificación educativa
Los objetivos y competencias trazan la ruta para lograr el aprendizaje efectivo, por lo tanto, son las bases de una planificación educativa efectiva.
La idea es generar un plan estratégico que me permita poder usarlo como una herramienta que permita medir si vamos por el camino correcto.
¿Qué papel juegan los objetivos dentro la planificación educativa?
Cuando llega la hora de evaluar y preguntamos a los profesores ¿qué evalúan?, la respuesta inmediata es: los conocimientos adquiridos en relación a la asignatura. Aunque esta respuesta, suene un poco imprecisa, responde a lo que en la práctica realmente se valora como: “Conocimiento”.
Pero, actualmente la educación se dirige más allá del conocimiento, por lo tanto, en la planificación debemos tomar en cuenta la adquisición de valores, habilidades, destrezas, actitudes, intereses, afectos, etc. Es decir, ser más exhaustivos puesto que, los resultados son, más difíciles y complejos.
Aquí es donde entran en juego los objetivos, ya que se convierten en los elementos fundamentales dentro de la planificación, no sólo por su estrecha relación con la evaluación, sino porque son estos los que orientan todo el proceso educativo.
Ellos marcarán el punto de partida, indicando las rutas a seguir por los docentes y los estudiantes. Al mismo tiempo, que señalarán el punto de llegada, ya que las evaluaciones tienen como finalidad constatar que los estudiantes, evidentemente alcanzaron los objetivos propuestos.
Es decir, los objetivos trazarán las pautas para los tipos de evaluación, los procedimientos e instrumentos, y estos se seleccionan según su adecuación al tipo de aprendizajes que se pretenden medir.
Vemos entonces, como los objetivos adquieren la relevancia por su carácter orientador en todo el proceso educativo, por lo tanto, su formulación es muy importante y es una labor que el profesor ha de realizar antes del inicio del curso, con la planificación.
La función de las competencias en la planificación
Planificar en base al desarrollo de competencias rompe la inercia de las actividades tradicionales dentro del aula y para ello el proyecto se debe centrar en los propios procesos del aprendizaje y no en la nota final, es decir concentrarnos en los componente, actividades y estrategias del estudiante, para llegar al aprendizaje.
Este plan educativo es mucho más complejo y ampliamos las evaluaciones incluyendo las perspectivas tanto cuantitativas como cualitativas, dando numerosos indicadores sobre la manera en la que el estudiante aprende y sobre el modo de realizar las tareas.
Tip
La idea es, poder valorar la evolución del aprendizaje y basar el juicio sobre un conjunto de medidas representativas para ello.
Conclusiones
Es necesario integrar la cultura de la planificación con el fin de asegurar la calidad de la educación y sostenibilidad de los resultados.
Teniendo claros los objetivos y competencias podremos:
- Aumenta la pertinencia de las acciones de acuerdo a los intereses y necesidades específicas de nuestros estudiantes.
- Facilitar la comunicación y el trabajo en equipo.
- Medir resultados.
- Permite gestionar mejor los recursos, materiales y tiempo.
Pero el enfoque debe centrarse en la regulación de todos los elementos que hay que movilizar para aprender: saber hacer, estrategias de aprendizaje, conocimientos procedimentales, condicionales, corrección de errores y sobre el deseo de realizar las tareas con un alto nivel de calidad.
Para finalizar, si deseas enriquecer tus conocimientos sobre como redactar tus objetivos y competencias en tus proyectos educativos, te invito a participar en el curso Planifica tu clase: redactando objetivos y competencias, el cual hemos preparado para ti. 😉
Si planifico no improviso, como docentes debemos tener clara la importancia que tiene el planificar.
Asimismo, estar conscientes que al planificar estamos dando respuestas al ¿Qué enseñar? ¿Cómo enseñar? ¿Cuándo enseñar? ¿Con qué enseñar? cómo y cuándo evaluar?
El dilema que ha provocado diferenciar lo que es un objetivo y una competencia.
Un objetivo significa lo que pretendo lograr al enseñar a leer y escribir, a sumar, a restar, a resolver problemas, la competencia es que a través de estos contenidos desarrollaré habilidades y destrezas en mis estudiantes para que se defiendan en el futuro y puedan darle solución a los problemas cotidianos
Hola Elda, muchas gracias por tu aporte, un análisis muy interesante de la importancia de la planificación educativa.
Hola, Marit, Interesante enfoque y estoy completamente de acuerdo , ambos modelos son super interesantes (objetivos/competencias) y lo señalas muy bien. Además la variable cultura es muy importante, aunque debemos aceptar cambios sin descartar modelos. Todo lo contrario nutrirlos. Maryori C. Serrano
Hola Maryori, gracias por tu comentario. Me alegra que te haya servido.
Saludos!!
Excelente, muy clara la información
Muchas gracias Cristina.
Te invito a seguir leyéndonos y compartirlo con tus colegas
Saludos!!